Algunas notas sueltas sobre libertad.
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Tengo una amiga buscando compañeras de piso de Ámsterdam. Mi amiga sobrepasa los 40 y todas las postulantes están es esos late-thirties – early forties que separan dos universos distintos. Tienen trabajos normales, “de cuello blanco” que dicen los anglosajones, y comparten piso porque no hay otra opción, no es porque quieran.
No es libertad no poder elegir cómo vivir. Y no es libertad que tener una vivienda decente implique renunciar al 40 o 50% de lo que ingresas cada mes.
Ya lo sabemos, pero tenemos que seguir diciéndolo. Muchas veces y muy alto.
Que sí, que aceptamos lo que hay y resolvemos de la mejor manera. Que compartimos hogar si hace falta, y que hacemos matemática de precisión con el salario para poder optar a una casa con dos baños, o con luz natural, pero que no tendría que ser lo normal. Y no es tanto por el dinero, o por vivir más o menos céntrico; sino por el montón de cosas importantes que dejan de pasar porque el mercado de la vivienda funciona así. “Es el mercado, amigo”, pero el mercado nunca tiene en cuenta lo que no ocurre.
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Me gustan mucho los hermanos Roca. ¿Qué te trasmiten a ti? A mí me transmiten bondad, humildad, jovialidad, esperanza, sabiduría, felicidad…
https://elpais.com/gastronomia/2023-03-29/hermanos-roca-vamos-a-desmontar-el-celler-de-can-roca.html
Me dan envidia, la verdad. Llevan 26 años desarrollando un proyecto propio, en equipo, en constante renovación, aplicando la creatividad, en relación estrecha con los asuntos de la tierra, y tratando con personas.
Creo que la felicidad está en tener cuantas más de estas mejor. Y la infelicidad está cuando no se tienen.
3
Si combinas el punto 1 y las ausencias del punto 2 te sale el último vídeo de Pantomima Full: Conformista
4
La IA no nos va a quitar el trabajo todavía, pero sí te va a obligar a «competir» con ella en algunas de tus tareas. Competir es una forma de hablar, no se puede competir con la IA.
Piensa de la primera revolución industrial. Lo revolucionario fue pasar de usar animales a usar máquinas a vapor. No se puede hablar de competencia entre un caballo y un tren a vapor.
La IA empieza a poder hacer algunas de las tareas reservadas a trabajadores de cuello blanco. Nos pensábamos que antes caerían los de cuello azul.
Cualquier trabajo se puede subdividir en tareas. La industrialización es básicamente eso: subdividir y poner una máquina (un hardware) dónde se pueda. La digitalización es subdividir y poner un software.
Si compites contra una máquina en 1 de tus 100 tareas, pierdes el 1%. Si compites contra una máquina en 10 de tus 100 tareas estás perdiendo el 10%. Si pierdes el 1% de tu salario no te das cuenta. Si pierdes el 10% de tu salario, la cosa duele. Y vas a intentar recuperarlo trabajando más rápido, asumiendo más cantidad de tareas o asumiendo nuevas tareas. Esto es lo contrario a la libertad.
Algunos desarrollos de IA están resolviendo el 50 o 60% de las tareas de muchas profesiones. Punto y final para esa profesión. La IA es la máquina a vapor. Lo que estamos viendo es una revolución industrial.
No te lo digo para agobiarte y no soy un neoludita. El sistema va a ser agitado. La IA es un tsunami, pero estoy convencido de que las IA nos van a llevar, a través del aumento de la productividad, a nuevas cotas de prosperidad.
Es muy interesante el concepto de demanda latente: necesidades que los consumidores demandan, pero que por alguna razón el mercado no proporciona. La IA van a liberar una buena cantidad de recursos que podrán ser reasignados a satisfacer esa demandas latentes.
El único qué sabe cuáles son esas demandas latentes es el mismo mercado del punto 1.
Hay que estar atento para decidir a qué dedicarse, para que no se quede nadie atrás, y para que todos nos beneficiemos de ese aumento de productividad. Fácil de decir, difícil de conseguir.
A menudo, la mejor solución es desconectar del sistema una temporada, para pensar, adaptarse y prepararse.
Si puedes, hazlo.
5.
Últimamente, he reflexionado mucho sobre la amistad. La amistad empieza siendo 2, con tu pareja, y llega hasta 8, 10, 15, cómo mucho. Creo que exigimos poco para poder dar lo justo y nos conformamos con lo que surja. Sin exigencia, tarde o temprano llegan las faltas de respeto. Exigir es pedir que ciertas cosas ocurran, y también que ciertas cosas no ocurran.
¿Cuánto hace que un amigo no te dice “eso que has hecho está de puta madre” o “eso que has hecho es una puta mierda”? Y tú, ¿cuándo hace que no se lo dices a nadie?
Tampoco es que nadie nos enseñe o que tengamos tiempo de sobra para cultivar, pero no vale como excusa.
Ahora, siendo un poco más conscientes de la idea de salud mental, preguntamos continuamente “¿cómo estás?”. Pero esto es dar poco y exigir mucho.
La vida son experiencias y las experiencias se proponen, se construyen y se viven en grupo.
Para resolver los desahucios interiores acudir al punto 2. Intenta hacer lo mismo que los hermanos Roca. No preguntes como estás, construye una experiencia
6.
Escribo porque tengo más preguntas que respuestas. Si tienes respuestas a mis preguntas, responde cabrón(a)
Me ha gustado mucho el punto 5. :)